La obsesión por la delgadez y la fobia contra los gordos son fenómenos complejos y multifactoriales que han estado presentes en diversas culturas y momentos históricos. En Occidente, se ha dado una mayor valoración de la delgadez en la imagen corporal en la segunda mitad del siglo XX, en parte debido a la influencia de la industria de la moda y la publicidad, que ha promovido una imagen idealizada y estereotipada del cuerpo femenino. Esta obsesión por la delgadez ha llevado a muchos individuos a desarrollar trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. En cuanto a la fobia contra los gordos, también es un fenómeno complejo que ha estado presente en diferentes culturas y momentos históricos. En la cultura occidental, ha habido una tendencia a asociar la delgadez con la belleza, la salud y el éxito, mientras que la gordura se ha asociado con la pereza, la falta de autocontrol y la enfermedad. Estereotipos y prejuicios contra las personas con sobrepeso u obesidad pueden manifestarse en formas sutiles y abiertas, como el acoso escolar, la discriminación laboral, la falta de acceso a ciertos servicios médicos y sociales, entre otros. ‘Nunca se es lo bastante rico ni lo bastante delgado’ La autora de la frase fue la norteamericana Wallis Simpson, de soltera Bessis Wallis Warfied, quien pasó a la posteridad por algo tan insólito como lograr que Edward VIII, rey de Inglaterra, renunciase voluntariamente a serlo: “Nunca se es lo bastante rico ni lo bastante delgado”. La frase, una boutade nacida del ocio, se ha convertido el el lema de todo aspirante a ser inmortalizado en papel couché. Nunca se es bastante delgado ni se suficientemente rico, parece también una frase subrayada en rojo fosforescente en cualquier manual de la beautiful people. Nos afecta a todos, pero las...
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