El gran Archibald Forbes no fue el único ‘as‘ del Daily News durante la guerra franco-prusiana. Mientras el escocés exprimía a los sitiadores, en el interior de París actuaba Henry Labouchere, autor de deliciosas crónicas sobre la miseria de la vida cotidiana en la asediada capital. Labouchere era hijo de un banquero, había estudiado en la Universidad de Cambridge, había arruinado su porvenir en la carrera diplomática por empeñarse en actuar como segundo secretario de la embajada británica en Buenos Aires sin moverse de Baden-Baden y en el momento en que apostó por el periodismo acumulaba deudas de juego por valor de seis mil libras esterlinas. Era pequeño accionista del Daily News y cuando la guerra le sorprendió en París, se las arregló para convencer al timorato corresponsal de plantilla de que lo más conveniente para su salud era que empaquetase sus bienes, reuniera a su familia y escapase a toda prisa en el primer tren. Una vez despejado el terreno, Labouchere empezó a enviar crónicas utilizando globos llenos de aire caliente. Para protegerle de posibles represalias, el Daily News solía firmar sus artículos con las palabras «Residente Sitiado». Labouchere andaba mucho más sobrado de inteligencia que de valor y dio fe de ello hasta por escrito: «Confieso que no soy una de esas personas que inhalan en la distancia el aroma de la batalla y sienten la irresistible tentación de correr para meterse en medio de ella. Verse golpeado en la cabeza por un proyectil por el simple placer de satisfacer la curiosidad ajena me parece el colmo del absurdo…». En consonancia con sus ‘principios vitales‘ eludió siempre que pudo los mortíferos bombardeos y se concentró en describir el afán diario de los parisinos y su determinación para sobrevivir una vez agotadas las reservas de alimentos, cuando comenzaron a...
The post REPORTERO DE GUERRA: Estofado de perro, sardina en lata, jamón y caviar con cuchara (XXIII) appeared first on Periodista Digital.