El matrimonio a la fuga de los Sánchez no podrá escapar a las consecuencias de sus chanchullos y atropellos. Como lo habíamos anunciado, el presidente se encuentra en la estrategia de poner tierra por medio para intentar hacer que los escándalos de corrupción que rodean a su Ejecutivo, a su partido y a su círculo íntimo pasen a un segundo plano. Pero ni el uso miserable de la tragedia en Valencia ocasionada por la DANA para tapar el fango de la corrupción le ha servido. La Justicia avanza, las investigaciones continúan y el caso Koldo-Ábalos-Aldama, el Begoñagate, el caso de su hermano David Sánchez, siguen siendo su gran dolor de cabeza. Más temprano, fue el turno de no-declarar de su mujer, Begoña Gómez, en la Asamblea de Madrid. Si bien obvio que no iba a abrir la boca para nada más que acogerse a su derecho de ni siquiera intentar explicar lo inexplicable, sí que tuvo que afrontar el señalamiento ante sus malos manejos desde la concepción de una cátedra que no tendría que haber existido y mucho menos dirigido ante su falta de cualificaciones, hasta inquisiciones sobre el software asociado a la Complutense. Aunque Sánchez huya a Bakú, a la India, o a Río de Janeiro, no podrá escapar ni del fango de la corrupción ni del barro de Valencia porque también es responsable de la inacción de las Administraciones Públicas para atender prontamente la catástrofe. Este y otros asuntos de actualidad serán tratados por Alfonso Rojo en el ‘24×7’ de este miércoles, 13 de noviembre, junto a Mariano Calabuig.
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