Todo prometía un sábado tranquilo en la peluquería Bea.you.tiful de Lake Ronkonkoma (Nueva York, EE.UU.) hasta que un ciervo irrumpió en el salón de belleza por la ventana. Dio una vuelta por las instalaciones sembrando el pánico entre los que estaban dentro. Una mujer tuvo la mala suerte de estar justo en el camino del animal y terminó con lesiones en la cabeza y en una pierna, pero se encuentra bien. El ciervo se fue por la puerta, sin acudir a los servicios del lugar. El ciervo es una figura recurrente en la literatura de diversas culturas y épocas, sirviendo como símbolo y metáfora en numerosos textos Simbología en la mitología y literatura antigua: En la mitología griega, el ciervo estaba asociado con Artemisa, la diosa de la caza y la naturaleza. Artemisa es frecuentemente representada acompañada por ciervos, y su conexión con ellos refleja la pureza, la agilidad y la naturaleza salvaje. En la mitología celta, los ciervos son vistos como guías hacia el otro mundo. Son mensajeros y protectores del bosque, y se les considera sagrados. «El ciervo en la fuente» de San Juan de la Cruz: El ciervo aparece en la poesía mística de San Juan de la Cruz, donde simboliza el alma que busca a Dios. En su poema «Cántico espiritual», el ciervo en la fuente representa el deseo de unión y la búsqueda espiritual. «La caza del ciervo» en la literatura medieval: En las historias de caballería y en los cantares de gesta medievales, la caza del ciervo era una metáfora común que simbolizaba la persecución de un objetivo elevado o el proceso de búsqueda del conocimiento y la virtud. Por ejemplo, en el «Ciclo Artúrico» de las leyendas del Rey Arturo, los caballeros a menudo persiguen ciervos blancos, considerados seres mágicos que conducen a...
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