Esta esto que arde. Donald Trump sobrevive al segundo intento de asesinato en apenas dos meses. Mosquea la escasa eficiencia, efectividad y eficacia del Servicio Secreto norteamericano, que dejó al francotirador acercarse a 300 metros del candidato, salir corriendo del campo de golf, subirse a un Nissan negro y recorrer a toda castaña 75 kilómetros antes de echarle el guante. Al margen de eso y parece que se ha convertido en vicio, llaman la atención las cabriolas de The New York Times, El País y hasta La Razón para no etiquetar lo sucedido como intento de asesinato. Hay un sector del periodismo, nacional e internacional, al que el odio a Trump y el amor por Kamala ha dejado apalominados. Pero vamos a ver… paisanos. Si un tipo, detractor de Trump en redes sociales, se aposta con un fusil Kalasnikov con mira telescópica, dos mochilas con munición y una cámara GoPro entre los arbustos que rodean el hoyo al que se dirige el pelirrojo, lo raro sería que estuviera buscando setas o de pícnic. Pues algo así es lo que sugerían inicialmente algunos en sus versiones online, temerosos de que el ‘affaire’ beneficie a Trump dentro de 50 días, que es cuando los estadounidenses votan en las presidenciales y se decide quien ocupa la Casa Blanca los próximos 4 años. De chiste, casi tanto como la fantasiosa conspiración que se ha sacado de la manga el ilegal régimen venezolano, según el cual dos chavales de Bilbao, espías del CNI, estaban orquestando con un checo y tres norteamericanos la eliminación ‘manu militari’ del dictador Maduro y toda la cúpula chavista. Habrá ‘confesiones’ extraídas bajo tortura y declaraciones grandilocuentes de miserables como Monedero y Zapatero, pero apesta a montaje barato. ¿Ustedes se imaginan al Gobierno Sánchez organizando un desembarco tipo Bahía de Cochinos...
The post Alfonso Rojo: “El kalasnikov de Trump, montajes Maduro y las llaves de España en manos de Mohamed” appeared first on Periodista Digital.